Sumergidos en pleno mes de mayo podemos decir por fin que ahora sí es primavera. Y con este sol y calor que estamos teniendo, al menos por el sur, sólo apetece estrenar prendas de la nueva temporada e ir guardando todo lo que recuerde a frío.
El post que os traigo hoy es un claro ejemplo ya que aproveché este calorcito para estrenar mi última compra de temporada y que es la protagonista absoluto del look.
Este vestido-blazer tipo sahariana de lino y en color arena, fue un flechazo absoluto y moría de ganas por estrenarlo.
Sin duda alguna podría ser un vestido tendencia de esta primavera-verano por muchas razones.
La primera, por su color arena ya que como sabemos los tonos tierra son tendencia esta temporada. Después, por el lino, tejido natural que es un clásico en los armarios estivales y este verano vuelve con aún más fuerza conviviendo con otros como el yute, la rafia, la alpaca etc…
Y por último, por su estilo safari 🐆🐅o aventura, estilo que aunque también sea recurrente en esta época del año, vuelve a situarse en el «front-row» esta primavera-verano 2019.
Este estilo como sabéis y como su nombre indica, se inspira en los safaris africanos y viajes de aventura y se caracteriza por utilizar tonos tierra y prendas cómodas en tejidos naturales. Muy de moda a finales de los 60 y 70, el estilo safari del 2019 tiene aires renovados mucho más urbanitas y sofisticado.
El Street Style se transforma en jungla con prendas como pantalones cargo, bandoleras cruzadas, cinturones anchos y sobre todo, chaquetas saharianas.
Esta prenda se caracteriza por estar hecha en dril de algodón, con varios bolsillos y ceñida a la cintura y está históricamente vinculada al colonialismo.
Y aunque sus orígenes fueran esos, el responsable de que esta prenda llegara a nuestro armario fue el diseñador Yves Saint Laurent. El creador argelino obsesionado por incluir prendas masculinas como el esmoquin en el armario femenino, hizo lo mismo con esta chaqueta reconvirtiéndola en 1967 y dándole un aire totalmente femenino y sexy.
Y desde entonces esta prenda ya sea en su versión más clásica o adaptada a vestido, se ha convertido en eterna y un auténtico «must».
Quise darle al outfit un punto más urbanita y chic con los accesorios, así que me puse mis sandalias negras de piel de tacón y mi clutch de piel negra acolchada de Saint Laurent con monograma en dorado de la firma.
Bolso por el que tengo un amor especial porque además de ser de la firma de uno de los diseñadores por el que tengo especial debilidad🖤, fue un regalo muy especial de alguien aún más especial, que sabe mi devoción absoluta por los bolsos ;).
Espero que os haya gustado el post de hoy, un pequeño homenaje al gran Yves 🖤.